Las autoridades de México pudieron comprobar que narcotraficantes colombianos están viajando al país para entrenar a integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación en técnicas de combate, secuestros y torturas. La investigación confirma una creciente relación entre los criminales de ambos países para fortalecer sus estructuras, incluidas alianzas para el tráfico de cocaína.
Recientemente, la Policía mexicana halló en Jalisco a varios jóvenes de entre 25 y 35 años que estaban siendo entrenados para ser sicarios y para saber cómo torturar a las víctimas, en una especie de campamento acondicionado para el adiestramiento que pudo ser desmantelado. Así lo reveló una investigación de la revista Semana.
Pruebas contundentes corroboran la presencia de llamados ‘narcomercenarios’ de nacionalidad colombiana quienes serían los encargados de impartir las clases. De hecho, capturados han confesado que como parte del entrenamiento secuestraban a enemigos para asesinarlos cortándolos en distintas partes del cuerpo. Hasta los ponían a comer la carne, describe Semana.
Eso lo pudieron confirmar con un clip que circuló a comienzos de año en el que se observa cómo hombres encapuchados y armados torturaron a dos investigadores en Puerto Vallarta, Jalisco, y que posteriormente fueron encontrados descuartizados. El crimen fue orden del colombiano Mauricio Varela, alias ‘Manotas’, designado como líder del CJNG en esa zona.
Esta práctica no es nueva. Según el medio, en la época de José Gonzalo Rodríguez Gacha, alias ‘El Mexicano’, fundador miembro del Cartel de Medellín, muchos mexicanos del CJNG viajaron a la selva colombiana para ser entrenados por las FARC, y a su vez sicarios del capo, liderados por un capitán retirado del Ejército, fueron a entrenarse a México.
“Los diferentes carteles mexicanos, especialmente el CJNG, uno de los más violentos, valoran la experiencia de los colombianos. Se encontraron en algunos de los campamentos instalaciones similares a las que utiliza la guerrilla, con zanjas de arrastres, trincheras, etcétera”, dijo a Semana un funcionario de la Secretaría de la Defensa Nacional de México.
Estas mismas redes son las que usan otros carteles mexicanos como el de Sinaloa para fortalecer sus negocios con las bandas criminales colombianas como sus mayores proveedores de cocaína, a las cuales financian para tal fin.